La figura y la enseñanza de Alan Watts se van agigantando a medida que transcurre el tiempo. Sus libros, traducidos a todos los idiomas, son a la vez profundos, amenos, incitantes, iluminadores.
La vida como juego ofrece una nueva perspectiva para los temas perennes de la vida, la muerte, la existencia, la meditación, la eternidad, la «divina locura», etc.
Editado por Mark Watts, hijo de Alan, La vida como juego es un compendio de las últimas enseñanzas del maestro. Procedente de unas charlas orales, el libro posee un inimitable frescor, una vivacidad y un poder de provocación que han sido fielmente respetados en el texto.