«Es improbable que esta colección de mi diario supere la censura … Mañana dejaré Vietnam». Así comienza Thich Nhat Hanh su anotación del 11 de mayo de 1966. Tuvo que exiliarse de su país por pedir la paz y no pudo regresar hasta 2004. En ese largo lapso continuó enseñando con ahínco en Europa y los Estados Unidos, convirtiéndose en uno de los líderes espirituales más respetados del mundo.