Subes el sendero que lleva al viejo templo. Desde la puerta se ven hileras de tejados. Las piedras cubiertas de musgo son testigos del paso del tiempo. Un ligero aroma te llega. Esta atmósfera, inmutable desde hace siglos, le da al alma una inmensa paz. Koh Do Canela es una mezcla refinada que expresa esta atmósfera antigua y profunda. Fragancia a la vez picante y dulce, combina delicadamente esencias modernas con los ingredientes tradicionales.
En la era Muromachi (siglo XV) quemar incienso se convirtió en un arte:Koh Do, el camino del incienso o el arte del incienso. Es una ceremonia en la que se disfrutan las fragancias y se cultiva la sensibilidad. Es una experiencia estética y espiritual, una excursión del alma a través de un mundo de elegante simplicidad de acuerdo con el espíritu del Zen.