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Palo santo

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El palo santo es una madera aromática que procede del árbol Bursera graveolens. Crece en Sudamérica, sobre todo en la costa del Pacífico. Su aroma es dulce e intenso con toques cítricos.

Los nativos americanos lo quemaban y todavía lo usan en sus rituales religiosos pues consideran que su humo blanco ahuyenta los malos espíritus y protegía al pueblo. Es apreciado por su capacidad mística de conducir las buenas energías, de limpiar y aromatizar ambientes y de permitir una conexión espiritual profunda. En sus tierras de origen se usa también sin quemar, como objeto de protección y elemento decorativo.

El palo santo es una madera aromática que procede del árbol Bursera graveolens. Crece en Sudamérica, sobre todo en la costa del Pacífico. Su aroma es dulce e intenso con toques cítricos.

Los nativos americanos lo quemaban y todavía lo usan en sus rituales religiosos pues consideran que su humo blanco ahuyenta los malos espíritus y protegía al pueblo. Es apreciado por su capacidad mística de conducir las buenas energías, de limpiar y aromatizar ambientes y de permitir una conexión espiritual profunda. En sus tierras de origen se usa también sin quemar, como objeto de protección y elemento decorativo.

Para que el palo santo sea de calidad, la madera debe cosecharse con un método particular. “Su madurez es de los 50 a los 70 años. Una vez que el árbol muere por causas naturales, debe dejarse en su lugar durante al menos cinco u ocho años para que los aceites maduren lo suficiente y se pueda hacer incienso de calidad”, explica Jonathon Miller Weisberger, etnobotánico y autor de Rainforest Medicine: Preserving Indigenous Science and Biodiversity in the Upper Amazon.

Para usarlo debes encender la madera y luego agitarla para apagar la llama. El humo expandirá su delicioso aroma. Recuerda que la intención es la base de cualquier sahumerio: si tu corazón es puro y tu anhelo noble, potenciarás sus efectos. El palo santo se apaga fácilmente y podrás volver a encenderlo cada vez que quieras. Ventilar después de su uso. No inhalar el humo directamente.